Decepción en Bañueta. La presión por vencer un partido vital atenazó a los entrenados por Unai Corredor que no estuvieron a la altura del choque. A remolque desde el comienzo, hicieron  la goma siempre en desventaja y se sujetaron  como pudieron  ante una mejor puntería del Toju.  Abusaron en exceso del tiro exterior cuando percutir en la zona les había reportado réditos y entre malas selecciones en el lanzamiento no insistieron con Borda por dentro, que al menos acumulaba faltas entre los defensores visitantes. Les faltó engancharse y una pizca de suerte puntual en algunas acciones. Pudo alterarse el partido de verse en ventaja pero no ocurrió por errores o por acierto.  A ráfagas se mantuvo el equipo hasta finalizar el tercer cuarto para naufragar en los diez minutos finales entregados a un adversario desatado, que incluso se atrevió a presionar a tope con todo sentenciado y tres segundos por disputar.

Se puede perder, pero no enfadarse por ello. Lo que hay que hacer es trabajar e ir a entrenar que las ausencias deparan estos malos ratos , y así disfrutaremos con un señor equipo.  Hay que sacar el carácter entre todos.